La educación en el México Independiente
La educación privada en México se inicia desde tiempos de la Colonia cuando los llamados preceptores se ocupaban de la educación individual de los niños, niñas y jóvenes. Si bien, desde los principios del siglo XVI, existió en la Nueva España la preocupación por educar, no fue hasta los principios del siglo XVII cuando esta actividad fue nombrada por el gremio de maestros y por el ayuntamiento, de modo que las escuelas de primeras letras funcionaron bajo la jurisdicción de la colonia española.
En el mundo hispánico la educación encontró su razón de ser en la tradición católica, lo que imprimió su carácter de unidad ideológica cultural. En el México Independiente si bien, el proceso de laicismo había conducido a que el Estado asumiera casi toda la responsabilidad educativa, no con ello se pensó en relevar por completo a la iglesia de sus funciones docentes bajo la vigilancia de los órganos estatales se insistió que debería continuar desarrollando sus tareas educativas para cubrir la demanda de las escuelas de primeras letras, entre 1786 y 1817 se habían expedido decretos que exigían a la iglesia que cumpliera con su obligación de abrir escuelas gratuitas de primeras letras llamadas desde tiempo atrás "escuelas pías" no solo los conventos si no en cada parroquia. El interés del ayuntamiento era obvio pues a través de esta instancia la iglesia ofrecía educación gratuita a todos los niños sin recursos.
La exigencia de que la iglesia participara en la educación como parte del proyecto de instrucción pública, fue una idea permanente en los inicios del siglo XIX que se dejo ver n los planes y reglamentos de esa época, se especificaron los limites de la educación particular en el reglamento general de instrucción pública expedido por las cortes españolas el 29 de Julio de 1821 el cual tuvo gran influencia sobre los planes educativos de México Independiente.
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